El sueño, la meta, el esfuerzo, el sacrificio. La conquista. En Río 2016 serán 17 los deportistas celestes. En atletismo lo harán Andrés Zamora, Martín y Nicolás Cuestas en maratón, Andrés Silva en 400 vallas, Emiliano Lasa en salto largo y Déborah Rodríguez en 800 m. Néstor Nielsen competirá en equitación en la modalidad saltos ecuestres. Pablo Aprahamian la categoría -100 k de judo. Martín Melconian en 100 m pecho e Inés Remersaro en 100 m libre serán los exponentes de la natación, Jhonatan Esquivel el remero en el single scull peso abierto, Pablo Cuevas en tenis y Sofia Enocsson Rito en levantamiento de pesas (-53 k). El yachting tendrá una nutrida presencia con Alejandro Foglia en clase fin, Dolores Moreira en laser radial y Pablo Defazio y Mariana Foglia en nacra 17.
Contador de profesión y deportista de alma, jugó al básquetbol en formativas de Unión Atlética y se entreveró entre profesionales en Luxemburgo hasta dedicarse en cuerpo y alma al judo. Para sumar puntos de cara a Río 2016 comenzó a pagarse viajes, inscripciones y estadías de su propio bolsillo hasta que el apoyo llegó en la recta final de una campaña, que a los 30 años, lo pondrá en sus primeros Juegos Olímpicos.
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Con 100 años es todo un emblema del yachting uruguayo. Su sexto puesto en Londres 1948 en la clase dragon es aún la mejor actuación celeste en el historial olímpico de este deporte aunque él recuerda con particular orgullo la forma en que le ganó una botella de ron en una apuesta al rey de España, Juan de Borbón.
Asado, mate, playa y dulce de leche son de las pocas palabras que maneja en español y con las que identifica a Uruguay, el país que su padre tuvo que abandonar en 1973 tras el golpe de estado para radicarse en Suecia. Allí nació en 1985 Sofía Rito Enocsson, instructora de fitness, levantadora de pesas y moza de restorán. Se nacionalizó en 2015, optó por defender a Uruguay en lugar de una potencia europea y se terminó de preparar en un pequeño local de ventanas rotas y colchonetas gastadas.
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Fue el timonel de un bote histórico conformado junto a Luis Aguiar y Gustavo Pérez. Compitieron en remo en los Juegos de Roma 1960 y la herida del cuarto puesto aún sigue abierta porque dejando el alma en las dos regatas, cayeron ante potencias mundiales que habían sido revolucionadas por los métodos del entrenador alemán Karl Adams.
En 2010 compró en una subasta un potro de tres años, Prince Royal Z de la Luz, con el que fue a competir en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 donde logró el noveno puesto y el boleto a los Juegos Olímpicos luego de ganar dos grandes premios en tierras canadienses. Tras una de esas victorias, le ofrecieron € 3 millones por el caballo. Pero el llamado de Río, más los consejos de su padre, lo hicieron rechazar la oferta. Tanta fe le tiene Néstor Nielsen a Prince que su objetivo olímpico es pelear un lugar en la final y por qué no, una medalla.
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Asmática y flaquísima comenzó a practicar el salto largo en el patio de su escuela del Cerro a los 11 años. Le vieron condiciones y convencieron a sus padres de ir a practicar a la pista. Su evolución la llevó a los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, donde la preparación de Uruguay fue tan bochornosa que al llegar a la villa olímpica no tenían ni lugar. Desivici no tenía pista ni para entrenar y no pudo destacarse en pentatlón, pero la experiencia fue inolvidable, tanto como ver de cerca a una tal Nadia Comaneci.
Practicó hándbol y otros deportes hasta definirse por la natación. Creció en el proceso del Biguá multicampeón nacional, fue campeona sudamericana juvenil en 2007 y se terminó convirtiendo en la gran referente de las piscinas. Fue olímpica en Londres 2012 y lejos de querer cerrar su carrera con esa participación fue por más. Así llegó a Río 2016 donde competirá en 100 m libre. Después habrá tiempo para Tokio 2020.
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En el medio de la mayor fiesta deportiva del mundo, Walter Tardáguila vivió el peor momento de su vida al ser secuestrado por el grupo terrorista palestino Movimiento Setiembre Negro que ingresó a la villa olímpica para asesinar a atletas judíos. Fue en Múnich 1972 del que el ciclista recuerda inolvidables momentos deportivos junto a esa trágica vivencia de la que logró escapar con vida.
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Nicolás trabajó en una imprenta y en un autoservice y Martín en una tienda de ropa hasta que el camino laboral los unió, primero como jardineros y después como policías. En el otro camino, el del deporte, ya estaban juntos. Corriendo, de la pista a la calle, lograron la clasificación a los Juegos Olímpicos en maratón, una distancia y un objetivo que ni siquiera formaban parte de sus sueños en sus primeras largadas.
Introdujo el tiro a una mano en Uruguay, defendió una sola camiseta en su carrera, la de Stockolmo, y ganó la medalla de bronce con la selección uruguaya de básquetbol en un torneo donde llegó a jugar contra la leyenda estadounidense de Bill Russell.
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Se conocieron navegando en 1998 y fueron novios un tiempo hasta que en 2007, cuando cada uno tenía un recorrido náutico con logros sensacionales, el amor los volvió a unir. En 2012 decidieron dejar la clase snipe para hacer campaña olímpica en nacra 17. El resultado de un sinfín de aprendizajes, viajes e inversiones terminó con una sufrida clasificación en Miami con la que ambos disputarán su primer Juego Olímpico.
Fue una de los emblemas de la era que marcó el argentino Alberto Carranza en la natación uruguaya. Disputó los Juegos de México 1968 en todas las pruebas de estilo libre y vivió experiencias increíbles tanto dentro como fuera de la pileta.
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